La puerta de entrada al reino
"Bienaventurados los pobres en espíritu", Mat_5:3
La enseñanza del Sermón del Monte desespera al hombre natural; y eso es precisamente lo que Jesús quiere que suceda. Mientras nos justifiquemos a nosotros mismos creyendo que podemos poner en práctica las enseñanzas de nuestro Señor, Dios nos dejará seguir hasta que nuestra ignorancia se rompa contra algún obstáculo. En ese momento estaremos dispuestos a acercarnos como indigentes para recibir de Él. Bienaventurados los pobres en espíritu. Este es el principio número uno en el Reino de Dios. La piedra angular en el reino de Jesucristo es la pobreza, no las posesiones; ni las decisiones a favor de Él, sino un sentido de absoluta inutilidad. Al final admitimos: "Señor, ni siquiera puedo empezar a hacerlo". Entonces, Jesús nos dice: "Bienaventurados seréis", Mat_5:11. Esa es la puerta de entrada al reino y, sin embargo, ¡nos toma mucho tiempo creer que somos realmente pobres! El conocimiento de nuestra propia pobreza nos lleva al lugar correcto, es decir, donde Jesucristo obra.