miércoles, 7 de julio de 2010

Lo que paso en la cruz del calvario a la luz de las Escrituras



He pasado un tiempo de meditación en lo que todo cristiano nacido de nuevo debe de considerar lo más importante en la historia de la humanidad y lo más precioso que Dios ha hecho por nosotros. Con el presente estudio deseo exhortarles a nunca dejar atrás la cruz de nuestro precioso Salvador, es decir no es algo que sirve para la salvación y luego se olvida ocupándose en otras cosas; la cruz es algo que por más que lo estudiemos nunca vamos a llegar a comprender a la perfección, la cual cuando el cristiano medita y entiende sabrá que no hay más motivación para vivir para el que le dio la vida. El sublime amor que Dios tuvo por pecadores como nosotros, ese es el principio de toda la Biblia; la cruz de Cristo, este es el evento a través del cual el hombre puede tener una comunión con un Dios Santo y Justo. Simplemente sin la cruz NADIE es digno de la presencia de Dios.“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)Aquí va...Hoy en día mucho se habla de la cruz del calvario, se dice y muchos conocen que “Cristo sufrió los pecados de la humanidad” (aunque aún hay gente sincera que te dice que no entiende la cruz), la gente tiene crucifijos colgando del espejo retrovisor del coche, o muchos llevan una cruz en su cuello. Pero, ¿Qué es lo que la Biblia enseña de la cruz? ¿Realmente entendemos la cruz tal y como nos la quiere mostrar Dios? Estas serán mis preguntas de partida durante el desarrollo de este estudio.Se han escrito muchos libros sobre la muerte de Jesús, una texto de uno de ellos el cual citaré a continuación, habla sobre el sufrimiento de la muerte en una cruz a la luz de un punto de vista médico. Se las pongo a continuación:"El sufrimiento de la crucifixión, del que resultaba finalmente la muerte, provenía en parte de la postura fija y constreñida del cuerpo, así como de los brazos extendidos, lo que ocasionaba dolor intenso a cada contracción o movimiento del dorso lacerado por los azotes, y de las manos y pies atravesados por los clavos. Estos últimos se clavaban a través de estructuras en las que confluían muchos nervios sensitivos y tendones, de los cuales algunos resultaban seccionados y otros aplastados o desgarrados con violencia. Se producía enseguida la inflamación de las heridas de las manos y los pies, así como en otras partes del cuerpo cuya circulación resultaba comprometida debido a las presiones anómalas existentes. Ello producía una sensación de sed abrasadora y un dolor insufrible. La sangre, que difícilmente podía irrigar las extremidades, congestionaba la circulación de la cabeza, ocasionando un tormento indescriptible. Dado que el corazón no podía bombear la sangre de la forma natural, impedido como estaba por la distensión de la caja torácica, había una dificultad circulatoria de retorno que ingurgitaba las venas. En tales circunstancias la situación habría mejorado mucho si las heridas hubiesen podido sangrar profusamente, pero no sucedía así. El propio peso del cuerpo, apoyado en la estaca fijada al segmento vertical de la cruz, el calor sofocante y los rayos del sol, convertían cada momento en peor que el anterior. Las rampas y las contracturas de los músculos más distantes terminaban en dolorosas convulsiones que se iban haciendo más extensas durante dos o tres días, afectando con el tiempo a partes vitales que traían por fin al sufriente el descanso de la muerte" ("The Life and Words of Christ", p. 781 y 782).Escalofriante ¿no?, bueno, aunque no lo creas esto no es lo que a mi me ha quebranto al estudiar la cruz, no es lo que me motivo a escribir este estudio, yo ya me imaginaba sin relatos médicos, lo que el dolor físico en una cruz podría significar. A lo que quiero llegar es que este sufrimiento físico es solo una pequeña parte de lo que en realidad aconteció en esa cruz cuando se dio lugar a la muerte de Jesús.Lo que me dejó meditando toda la noche, lo que me motiva a vivir por Cristo no es la corona de espinas atravesando su piel, tampoco los latigazos en sus espaldas, ni tampoco lo descrito en la cita que agregué. Hay algo que entendí (o de lo poco que entendí) que hace que se me haga un nudo enorme en la garganta, no hace más que quebrantarme y dejarme sin palabras, es lo que hace doblar mis rodillas ante el Rey de reyes, donde solo puedo admirar el profundo amor de Dios; la altura, la anchura y profundidad del amor de Dios de verdad que no las puedo entender. No entendemos lo que nuestro Señor hizo por nosotros, realmente no lo entendemos, el fondo espiritual de la cruz de Cristo es algo tan profundo que está fuera de todo entendimiento humano y aunque un cristiano pasara toda su vida meditando en la Palabra sobre esta verdad, nunca llegaría a entenderla a la perfección. Mi meta en la vida es tratar de explicar lo mejor posible lo que paso realmente en esa cruz, y le ruego a Dios que así sea.Empecemos pues.“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat 27:46)En este versículo se narra como Jesús en los últimos momentos de vida en esa cruz comienza a clamar, este clamor fue realmente un grito de angustia, un grito de queja. ¿Jesús se estaba quejando del dolor físico? o ¿De que Dios Padre no lo ayudo en su sufrimiento? Bueno, pues realmente Dios nos da una pista del porque este lamento. Veamos primero un detalle, las personas que estaban con Jesús decían al oírlo: “A Elías llama este” (v.47). Puesto que Jesús clamó en hebreo (Elí) y en arameo (¿lama sabactani?) aquellos que lo escucharon no entendieron realmente lo que Jesús estaba clamando. Si bien la sorpresa llego después, cuando aquél que buscó la verdad en esas palabras entendió que Jesús estaba cumpliendo una profecía en Salmos 22, uno de los muchos paralelismos sorprendentes entre este salmo y la crucifixión:“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?” (Sal. 22:1)Podemos ver en la primera parte del salmo como Jesús estaba haciendo referencia a este salmo sin duda alguna. Ahora si, podemos entender a la luz de la Palabra lo que esta aconteciendo en esa cruz a la luz de la naturaleza profética del maravilloso Salmo 22. Vemos como Jesús lanza una pregunta en medio de su sufrimiento y clamor “¿Por qué me has desamparado?”, aquí la palabra “desamparado” puede significar también según la referencia Strong en el idioma original hebreo: “abandonar, soltar, renunciar, desamparar, desechar, etc”. Quizás el ultimo significado “desechar” para mí sea la mas fuerte, pero a mi punto de vista y a la luz de las escrituras la más correcta. Este momento fue el momento donde el Padre dejo de tener una perfecta comunión con su amado Hijo, se rompió por primera vez la relación entre Dios Padre y Dios Hijo, pero ¿Por qué? Realmente cabe destacar que esta es una queja denotando la desolación personal supremamente experimentada por Cristo. Antes de seguir con los versículos de Salmo 22 mi deseo es mostrarte más de las Escrituras sobre el porqué de este desamparo.El miedo de Jesús.¿Cristo puede tener miedo? Antes de malinterpretar este tema, recordemos que Cristo vino en carne a la tierra, se humillo haciéndose semejante a los hombres, despojándose de si mismo; es decir renunciando a sus privilegios divinos (no implicando el quitarse su divinidad) (Filipenses 2:6-8, Juan 10:33), adoptando los atributos esenciales del hombre (Luc.2:52; Gal 4:4; Col 1:22) y siendo tentado como nosotros en carne pero sin pecado (Heb. 2:18; Heb. 4:15, 2 Cor. 8:9). Al adoptar los atributos esenciales del hombre, sentía como nosotros y podemos ver como llegó a sentir miedo:“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” (Mat 26:36-42)¡Oh!, ¡que palabras!, vemos a Jesús “angustiado en gran manera”. ¿Por qué? Podemos ver el porqué en las partes en negritas que resalté en el pasaje: “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad”. Jesús estaba angustiado en gran manera porque el tenía que beber una copa, ¿A que se refería Jesús con beber la copa? Bien, para un entendimiento más exacto de esta angustia de Jesús, buscamos la concordancia Bíblica de la palabra “copa”, con lo cual podemos encontrar que “La copa” es frecuentemente en el sentido del Antiguo Testamento, el símbolo de la ira Divina en contra del pecado, lo que contiene la copa es un simbolismo a la ira de Dios. (Isa. 51:17,22; Jer. 25:15-17, 27-29; Lm. 4:21-22; Ez. 23:31-34; Hab. 2:16 Ojo: “cáliz” es lo mismo que “copa”) por ejemplo:“¡Despierta, Jerusalén, despierta! Levántate, tú, que de la mano del Señor has bebido la copa de su furia; tú, que has bebido hasta el fondo la copa que entorpece a los hombres.” (Isa 51:17) (Biblia NVI)“Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. Y beberán, y temblarán y enloquecerán, a causa de la espada que yo envío entre ellas.” (Jer. 25:15-16)Ahora todo va teniendo sentido, Jesús estaba en una gran angustia porque al día siguiente como lo afirma la Palabra él habría de “llevar los pecados de muchos” (Heb. 9:28) y la totalidad de la ira divina como juicio por aquellos pecados habría de caer sobre él (Is. 53:10-11; 2 Co. 5:21).¿Dios estaba angustiado por el dolor que la cruz iba a significar a su persona? ¡NO!, ¡él estaba angustiado por que la mismísima ira de Dios iba a caer sobre él por los pecados nuestros! ¡La furia de Dios iba a ser sobre él! Esto es lo que realmente angustiaba al Salvador.Volvamos al clamor de angustia de Jesús en la cruz según la profecía en Salmos:“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?” (Sal. 22:1)Está angustia refleja la extrema amargura de la copa de la ira que estaba recibiendo Jesús en ese momento, el estaba siendo quebrantado, molido, aplastado bajo la furia de Dios, la cual bebió hasta la última gota. Realmente lo que angustio a Jesús fue a Dios Padre castigándolo hasta la muerte en la cruz. La Palabra en Isaías 53:5 habla claramente sobre este asunto:“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isa. 53:5)“Herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados” ¿Qué te muestran las escrituras sobre lo que molió (también: “quebranto”; “desmenuzó”, “aplastó”. Según la referencia Strong) e hirió a Cristo en esa cruz? ¿Los pecados nuestros? Bueno, a la luz de la Escritura entendemos que Jesús no conociendo pecado fue hecho pecado por Dios (2Cor. 5:21) y que bebió “la copa de la furia de Dios” por nuestros pecados según lo visto anteriormente en Mateo 26:36-42, podemos entender entonces que el Señor murió bajo la ira de Dios a causa de nuestros pecados. ¿Te imaginas la ira de un Dios poderoso al cual los cielos de los cielos no pueden contener?... ¡Yo tampoco!, Dios realmente es mas poderoso de lo que podemos imaginar. Recuerdo como maté muchas hormiguitas cuando fui pequeño sin intensión de hacerlo al solo agarrarlas, ¡cuan mayormente aplastante será la ira de Dios!, cuando en su Palabra misma nos dice que “todas las naciones delante de Dios son estimadas en menos que nada” (Isa. 40:27). Realmente no podemos entender lo que estaba pasando en la cruz del calvario, y nunca lo iremos a entender aquellos que confiemos en Jesús como él que pago el precio de nuestro pecado en nuestro lugar con la muerte (¡Gracias a nuestro precioso Dios misericordioso!) (Rom. 6:23).Dios es un Dios que no tolera el pecado, es la cosa más pervertida que hay ante sus ojos y esto es el único problema del hombre contra la reconciliación con el Creador (Isa 59:2), además de que Dios condena todo pecado con la muerte (Rom. 6:23), él es Santo y nadie puede ir a su presencia en su condición pecaminosa sin ser santificado. (1 Pe. 1:16, 1 Cor. 1:2)El total desamparo de CristoQuizás hasta este momento te haya sorprendido esto y sea algo que nunca hayas escuchado en tu vida, bueno como tal vez pudiste percibir, la Biblia no solo nos muestra la ira de Dios acerca del sufrimiento de Cristo, sino que nos enseña que el mismísimo Hijo de Dios, el único que no cometió pecado (1 Juan 3:5) y amado por Dios siendo él su misma complacencia (Mar. 1:11), sufrió él abandono y rechazo total de su Padre hasta la muerte. ¿Te imaginas a Jesús, el único justo y santo siendo abandonado completamente por su padre? Siguiendo los versículos proféticos del Salmo 22, leemos:“Tú que habitas en la alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.” (Sal. 22:4-5)Jesús nos muestra que esto es la continuación de lo que él nos quería dar a entender sobre lo que estaba pasando en el momento de su crucifixión. Lo que nos muestran estos versículos es una queja en clamor a Dios, el Mesías en la cruz estaba diciendo algo así “En la historia de Israel cuando un hombre justo clamó a ti, tú lo salvaste. Pero yo, tu Hijo, tu Mesías, yo clamo desde la cruz pero me has desamparado, Si Tú me hubieras afligido podría sufrirlo, porque tu faz resplandecería; pero el abandonarme del todo, ¡ah!, ¿¡Por qué!?”La respuesta se encuentra en el mismo capítulo de Salmos 22: “Pero tú eres santo” (v.3)…. “Mas yo soy gusano y no hombre” (v.4)Wow, puedes ver el fondo de estas 2 afirmaciones, la primera es como si Jesús hubiera dicho: “No importa lo que he de sufrir. Las tempestades pueden rugir sobre mi, los hombres pueden despreciarme, los demonios tentarme, las circunstancias arrollarme, y Dios desampararme; con todo, Dios es santo, no hay injusticia en El.”“mas yo soy gusano y no hombre” ¡Imagínate! ¿Cómo podía el Señor de la gloria llegar a una sumisión tan grande como para no sólo ser inferior a los ángeles sino también inferior a los hombres? ¡Qué contraste entre “YO SOY” (Exo. 3:14) y “Soy un gusano”!; con todo, esta doble naturaleza fue hallada en la persona de nuestro Señor Jesús cuando sangraba y sufría la ira de Dios en el madero. Dios desamparó a su Hijo en la cruz, porque en la cruz su Hijo Santísimo llego a ser pecado, ¡La cosa que Dios aborrece y condena!El regalo de Dios en CristoNosotros teníamos que morir como paga por nuestros pecados, Dios lo estableció de esa forma en su santidad y su justicia: “La paga del pecado es la muerte” (Rom. 6:23). Pero, en vez de eso, el Precioso Hijo de Dios murió por ti y por mi, tomando nuestro pecado y clavándose en una cruz esperando el juicio por amor a nosotros. Alguien tenía que morir fuera de la presencia favorable de Dios, alguien tenía que morir condenado de Dios, ¿Por que? Simple, Dios es juez justo, por lo tanto el no puede perdonar el pecado y ser justo a la vez, el juez justo tiene que condenar al culpable.Verás, la Biblia afirma una cosa muy importante acerca de nuestra situación pecaminosa:“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” (Gal. 3:10)¿No has permanecido en las cosas escritas en el libro de la ley de Dios? ¡Por supuesto que no! Y tu lo sabes muy bien, nadie ha sido capaz de hacerlo, porque tenemos una naturaleza rebelde con una tendencia al pecado, la Biblia dice:“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” (Rom. 3:10-12)Creo que es muy clara la Palabra cuando nos muestra a quien se refiere como “Maldito”. Sí, así es Dios; él es Santo. Malditos somos ante Dios por causa de nuestros pecados; Dios no es neutral con el pecado. Pero, la maravillosa noticia del amor de Dios es poder saber que alguien en amor aún por sus propios enemigos (tú y yo en nuestras acciones) el murió por ti haciéndose maldito en tu lugar, ese fue el mismo Hijo de Dios:“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición” (Gal. 3:13)“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2Co 5:21)Redimir traducido de la palabra original griega ἐξαγοράζω significa según la referencia Strong: “comprar”, “pagar rescate”, “rescatar de pérdida”. Jesús nos compró pagando el rescate mediante su muerte, nos rescató de nuestra vida perdida y condenada derramando toda su sangre por nosotros. ¡Cristo dio su vida para salvarte a ti!¡Los creyentes en Cristo no somos salvos porque Jesús murió como un mártir, no somos salvos porque los romanos golpearon y crucificaron a Jesús, somos salvos porque en la cruz él llevó nuestro pecado y toda la ira, castigo y justicia de Dios que nosotros merecíamos, todo esto cayó sobre Jesús, sobre su Hijo, Dios quebrantó a su propio hijo, y cuando su Hijo murió, él satisfizo una vez para siempre la justicia de Dios y ahora Dios puede justificar al pecador y a la vez ser justo. Justicia perfecta satisfecha en la cruz del calvario, ¡Problema resuelto!¡Oh! Amigo o amiga, date cuenta de el sublime amor, del inigualable sufrimiento que tuvo que pasar Cristo por ti, ya basta de decir “Cristo murió por mi” sin entender realmente lo que significa, yo no lo entiendo, nadie entiende el evangelio. ¡Oh Dios mío cuan profunda es la verdad del amor de tu cruz! Y cuan mal agradecido soy yo. Ya basta de hablar del Señor cuando las acciones de nuestra vida lo único que hace es aborrecerlo. ¡Ya basta de pisotear la preciosa sangre del Señor! Dios mío ten misericordia. Salva Señor, salva por tu gran nombre te ruego.Imagínate el mismo Satanás preguntándole a Dios:“Una pregunta… ¿Haz cambiado? ¿El juez de toda la tierra no hará justicia? Yo me rebelé contra ti e hiciste perfecta justicia… ¿Y este?... Adán, ¿¡Cómo puedes perdonarlo!? ¿Dices que vas a enviar un mesías? ¡¡Él debe morir!!.... ¿Noé? … ¿El diluvio?... Noé debió haber muerto es pecador ¿Cómo puedes salvarlo?... ¿Israel tu pueblo?..¡¡ Idólatras!!, ¡¡todos ellos merecen morir!!!... Abraham ¿Tu amigo?... Has bajado tu estándar ¿no es cierto?, ¡!Abraham mintió!!, A David…. ¡¿Lo llamaste hijo?!... Dios, ¿Cómo puedes hacer una promesa de salvación a Adán?, ¿Cómo puedes salvar a Noe? ¿Cómo puedes ser amigo de Abraham? ¿Cómo puedes llamar a David tu hijo?”Y Dios le contesta:“Yo puedo salvar a Adán… yo puedo salvar a Noe… puedo perdonar a Abraham… incluso puedo hacer de David mi hijo, ¡PORQUE MI HIJO, HA MUERTO EN LA CRUZ POR TODOS ELLOS!”En la cruz, una vez para siempre, Dios cerró la boca de todas las acusaciones en contra de él de ser injusto, y ahora él puede justificar al pecador, al que ha quebrantado toda su ley, porque en la cruz el castigo a su hijo, mucho más valioso que todos los hombres juntos. Cristo murió por los pecadores, y él puede justificarlos.Amigo o amiga mía tal vez tú nunca habías escuchado esto, incluso muchos cristianos no habíamos escuchado algo así. Hoy tu tienes en tus manos una decisión de valor eterno, que definirá a donde pasaras tu eternidad. Si tu mueres en tu pecado irás al lago de fuego, el lugar donde es el lloro y crujir de dientes, donde iras y sufrirás la ira de Dios por tus propias iniquidades, un lugar de confusión eterno (Apoc. 21:8; 1 Co. 6:9-10; Daniel 12:2; Mat. 25:46) A donde quiera que vayas no podrás escapar del juicio de Dios por tus propias fuerzas, no podrás esconderte atrás de una religión o un pretexto, no habrá argumento alguno contra el que conoce lo profundo del corazón del hombre. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Heb. 10:31)Toma la decisión hoy, arrepiéntete, híncate tú solo ante Jesús quien es digno de ser alabado, ¡Él murió por ti! El es la única esperanza de tu salvación: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hech. 4:12)Te ruego amigo(a) que abras tus ojos y veas este increíble amor que es a pesar de ti, a pesar de todas tus maldades, solo por el simple hecho de que Dios es amor. Cuanto quisiera estar a tu lado para decirte esto personalmente, las obras no salvan, no hay ninguna posibilidad de entrar al cielo por nuestra cuenta:“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efe. 2:8)Arrepiéntete de todas tus maldades, Dios te dice:“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hech. 17:30)No es para menos lo que pide Dios, el pide nuestro arrepentimiento, dar la vuelta 180° a como hemos estado viviendo, una actitud de cambio, convertirnos al Rey de reyes y Señor de señores, Dios es digno de nuestro agradecimiento y nuestra entrega total. Él sufrió por ti y fue resucitado para darte la certeza de la vida eterna por medio de la fe. No habrá más juicio para aquél que cree esto:“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” (Rom. 8:1)Acepta a Jesús como tu Señor y Salvador, arrepiéntete ante su preciosa cruz:“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)El maravilloso amor de Dios se resume en esto:“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Rom. 5:8)Dios te regala la vida eterna mediante 2 cosas, el arrepentimiento y creer en el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz, el cual dio su vida por ti siendo juzgado en tu lugar para que tú pudieras ser salvo. Dios te declarará legalmente justo ante él cuando tú pongas tu confianza en el sacrificio de Jesús, es entonces cuando serás santificado delante del Dios Santo, solo esas 2 cosas, arrepentimiento y fe:“Porque la paga del pecado es muerte, mas (pero) la dádiva (el regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Rom. 6:23) (Paréntesis míos)“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,” (Rom. 3:23-24)“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19)No pierdas esta oportunidad que quizás mañana ya no puedas tener, busca a Dios de todo tu corazón ¡hoy!, donde quiera que estés pídele perdón, dile de todo tu corazón que estás arrepentido(a), con tus propias palabras dirígete a Dios el va escuchar tu corazón su eres sincero(a), sea en silencio o en voz alta él te escuchará. Clámale a Dios de todo tu corazón que te salve; que has entendido que la única forma de salvarte es teniendo fe en la cruz, donde Cristo murió en tu lugar, si crees esto ¡díselo!, para que te salve. Si lo haces con un corazón humilde él te va a escuchar y la prueba más grande que tendrás es que tu vida no va a ser igual, Dios cambiará poco a poco tu vida, él cambiará las cosas que tú no puedes cambiar de ti y esa será la prueba de tu salvación, tendrás un anhelo de buscar a Dios a través de la Biblia que tú nunca imaginaste poder tener. Si tu vida no cambia es porque no has entendido correctamente esta verdad, o no te has arrepentido. Pero si has entendido lo horrible que es tu pecado ante Dios no lo vas a querer tener más en tu vida, si has entendido el enorme amor de Cristo y como tus pecados lo llevaron a esa cruz vendrá el verdadero arrepentimiento, verás entonces más y más precioso a Cristo conforme pase el tiempo. Amigo mío no deseches este mensaje sin que Dios te muestre tu salvación y sea una verdad sobrenaturalmente inquebrantable en tu corazón. De esto dependerá tu eternidad.“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2Co 5:17)“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (1 Juan 5:11-12)Que Dios te bendiga. En el amor de Cristo, Un sirvo más de mi digno Señor.

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